Resolver los problemas de mano de obra, economía y población de EE. UU.
El descenso de la natalidad, el envejecimiento de la población y el aumento de la demanda de atención de la salud son problemas actuales y futuros. Los inmigrantes representan una solución que puede ayudar a resolver estos problemas y, al mismo tiempo, reforzar la mano de obra y la economía del país.
El déficit de mano de obra
Uno de los problemas más apremiantes a los que se enfrenta Estados Unidos es el inminente déficit de mano de obra provocado por la jubilación de la generación de los baby boomers. Según un informe del Pew Research Center, la tasa de natalidad estadounidense registra su punto más bajo en décadas, situándose por debajo del nivel de reemplazo necesario para sostener a la población. En consecuencia, urge reponer la mano de obra y sostener el crecimiento económico.
Un estudio realizado por las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina en 2016 concluyó que los inmigrantes contribuyen sustancialmente a la mano de obra. Aportan conocimientos diversos y, en muchos casos, cubren puestos en sectores con escasez de trabajadores, como la salud, la tecnología y la agricultura.
Además, investigaciones del Consejo Estadounidense de Inmigración demuestran que los inmigrantes tienen más probabilidades de convertirse en emprendedores, creando empresas que generan empleo e impulsan la innovación. Los inmigrantes son esenciales para promover el crecimiento económico y mantener la competitividad global de Estados Unidos.
Impulso económico
Los inmigrantes no solo refuerzan la mano de obra, sino que también contribuyen significativamente a la economía. El estudio bipartidista sobre inmigración de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) incluye una propuesta de acceso a la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados, lo que supondría un aumento de la producción económica y de la creación de empleo. La CBO proyecta además que dicha reforma supondría un aumento de los ingresos fiscales, lo que reduciría el déficit federal.
Un estudio de la National Foundation for American Policy de 2021 reveló que las empresas multimillonarias fundadas por inmigrantes en Estados Unidos crearon una media aproximada de 1,200 puestos de trabajo cada una. Desde la renombrada industria tecnológica hasta las pequeñas empresas, los inmigrantes demostraron ser catalizadores vitales del crecimiento económico, fomentando la innovación y generando riqueza que beneficia a toda la nación.
Consideraciones sobre población y atención de la salud
A medida que la población estadounidense envejece, se prevé un aumento de la demanda de atención de la salud, lo que pondrá a prueba los recursos y sistemas existentes. Los inmigrantes pueden aportar una solución muy necesaria a este creciente desafío. El informe de la Academia Nacional de Ciencias mencionado anteriormente indica que los inmigrantes, en promedio, son más jóvenes que la población nativa, lo que se traduce en una estructura de edad más sostenible para la mano de obra.
Esta ventaja demográfica equivale a una mayor reserva de cuidadores potenciales para una población que envejece, lo que permite hacer frente a la creciente demanda de personal de la salud. The Journal of General Internal Medicine descubrió que los médicos inmigrantes también desempeñan un papel vital a la hora de cubrir las carencias en el acceso a la atención de la salud. Especialmente, en zonas desatendidas con barreras lingüísticas. El estudio destaca la contribución de los médicos inmigrantes al mantenimiento de la calidad general del sistema de salud y a la reducción de las disparidades en la atención médica.
Con evidencia sólida que indica los numerosos beneficios de la inmigración, es imperativo que reconozcamos el potencial que aportan los inmigrantes y los aceptemos como un activo valioso para nuestra sociedad.
Ante la escasez de mano de obra, los problemas económicos y el envejecimiento de la población, recibir a los inmigrantes no es solo un gesto compasivo, sino también estratégico.
Si apoyamos a los inmigrantes y aplicamos una reforma integral de la inmigración, podremos hacer frente a los desafíos laborales, económicos y sanitarios que tenemos por delante. En lugar de ver a los inmigrantes como una carga, deberíamos reconocer su inmenso potencial y acogerlos como una solución para impulsar a Estados Unidos hacia un futuro más brillante y próspero para todos.
