Los inmigrantes de ayer y de hoy
Sin embargo, la mayoría de los inmigrantes que llegaban a Ellis Island completaban sus trámites en cuestión de horas y, de hecho, no necesitaban pasaportes, visas o papeles para ingresar a los Estados Unidos. En el raro caso de que a un inmigrante no se lo admitiera por motivos de salud o información dudosa, se lo detenía.
«La detención significaba que podían retenerlo toda la noche, y debía dormir en habitaciones compartidas, recibiendo tres comidas diarias en un comedor de inmigrantes», afirma Barry Moreno, historiador y bibliotecario en el Museo de la Inmigración de Ellis Island. Solo al 2 por ciento de los inmigrantes en Ellis Island se les negaba el ingreso a los Estados Unidos.
En cuanto a la ventaja de los inmigrantes actuales, nuevos datos —en realidad, datos antiguos que fueron finalmente digitalizados y revisados— también demuestran que esto no es verdad.
Los primeros inmigrantes comparados con los actuales
«En realidad, los inmigrantes de hoy, junto con sus hijos, están construyendo el sueño americano a la misma velocidad y con el mismo ingenio y éxito que las apiñadas masas de los siglos pasados», escribe Andrew Van Dam, de The Washington Post.
La investigación que demuestra este éxito de los inmigrantes proviene del economista de la Universidad de Stanford, Ran Abramitzky, y la economista de la Universidad de Princeton, Leah Boustan. Los profesores Abramitzky y Boustan dedicaron 14 años a seguir a los estadounidenses a lo largo de las generaciones a partir de viejos archivos de censos decenales emitidos por el gobierno.
Mediante el uso de herramientas en línea como Ancestry.com, voluntarios que digitalizaron los registros impresos y horas de análisis de datos, se comprobó que los inmigrantes de Ellis Island y los inmigrantes actuales que vienen por aire, mar o tierra tienen éxito en la misma proporción.
«Si bien los inmigrantes de Ellis Island contaban con una mejor situación económica que los inmigrantes actuales al momento de su llegada, en gran parte debido a la prosperidad de sus países de origen, el progreso económico que lograron en el transcurso de sus vidas resulta llamativamente similar».
Gracias a los censos de medición y a los registros de genealogía a través de las generaciones, Abramitzky y Boustan obtuvieron una amplia perspectiva sobre la vida de los inmigrantes en sus inicios. La primera ola de inmigrantes tenía dificultades para conseguir trabajo, aprender el idioma y lograr estabilidad. Sin embargo, la segunda generación se integró mejor, ascendió en la escala socioeconómica y obtuvo una mayor estabilidad financiera. De manera progresiva, cada generación gozaba de una mejor vida.
«Actualmente, los hijos de inmigrantes provenientes de México y de República Dominicana tienen la misma probabilidad de superar las circunstancias de sus padres que la que tenían los hijos de suecos o finlandeses pobres de hace cien años», escribieron los investigadores.
Los inmigrantes hacen que EE. UU. sea mejor
Esta investigación es valiosa, ya que muestra la importancia de que los inmigrantes se incorporen y retribuyan a este país. En OPA, creemos en el potencial de los inmigrantes, y los apoyamos en su camino para convertirse en miembros plenos de la sociedad estadounidense. Por ese motivo, creamos nuestro préstamo con 1% de interés para cubrir los costos del USCIS al momento de presentar una solicitud de ciudadanía. Son las verdaderas ayudas, no las dádivas, lo que construye confianza y responsabilidad en una comunidad.
Tanto ayer como hoy, los inmigrantes hacen de este un país mejor. Únase a nuestra comunidad de prestamistas, y ayude a hacer realidad el sueño de la ciudadanía para el próximo inmigrante elegible.